Señor, yo querría hacer un mundo nuevo:
no un mundo donde domine el odio y la mentira,
sino un mundo donde reine la caridad,
la unión, el espíritu de equipo;
donde se trabaje por el bien de todos.
Un mundo cuya ley sea el Evangelio.
Te pido que tu mensaje llegue a todos los rincones de mi persona,
para que, unido a otros, vaya construyendo un mundo nuevo: tu Reino.